Mi Plan Maquiavélico Para Conquistar El Mundo

Recientemente, he ideado un plan maquiavélico para lograr la conquista del mundo.

Tiene una mecánica sencilla: consiste en lograr que me extrañen, en hacerme necesario. Sé que suena como un mal chiste, pero no lo es. También sé que no será fácil, y que tomará tiempo. ¿Qué cómo lo haré? Les explicaré ahora.

Primeramente, me tengo que acercar a todos ustedes, aunque sea por un muy corto instante, y decirles un secreto. Nada complejo, sólo una corta frase que me permita permanecer en sus cavilaciones aunque sea durante algunos minutos. Una vez me encuentre nadando en el tejido de sus cerebros, el resto es sencillo, pues puedo plantar ideas con mis propias manos. Hasta que un día, y con toda naturalidad, yo mismo seré sus ideas, o más bien, las semillas que cultive lo serán.

Lo complejo de este plan es encontrar la frase perfecta, el secreto que los haga pensar, que me permita masajear esa materia gris la cual llamamos “los sesos”. Pero no crean que no la he ideado, ya tengo esa parte de mi estrategia bajo control, y en producción. Imagino que ahora estarán esperando que les diga cuál es ese secreto. Pues no lo haré. Esta parte la tendrán que imaginar, porque si les digo, deja de ser secreto. No importa que me rueguen, no les diré. No es que no quiera… ¡es que no les puedo decir! Bueno, algún día lo compartiré, pero no mientras mi operación esté en desarrollo.

Lo que sigue es simple. Cuando concluya mi tarea de renacer en las cabezas de al menos un millón de personas, entonces dependerá del viajar de boca en boca y de acto en acto, en la exploración de mis temas, porque sé que estas ideas serán expuestas hasta en los más altos foros. Este elemento es uno aleatorio, pero confío en que todas las leyes de probabilidades estarán a mi favor.

Será en este momento, cuándo mis planteamientos y concepciones se encuentren en su momento más intenso, que aparentaré mi desaparición del universo. Y mediante esta ilusión, permaneceré en los verbos y los sueños de todos los entes para siempre, porque la escencia de los ausentes se hace más fuerte cuando no la acompaña su presencia corpórea. Cuando ocurra esto, definitivamente habré conquistado el mundo.

Suena descabellado. Suena inverosímil. Suena prácticamente imposible. Claro, como todo plan maquiavélico para lograr la conquista del mundo. Si fuera una maquinación que tuviera raíces en la realidad, o aunque fuera tuviera un cimiento levemente concreto, ya otro la hubiera llevado a cabo.

Bazofia

Esto que trueno, y que parece ser bazofia
es sólo mi perspectiva de nuestra historia
y ya los oigo quejándose por mi sonsonete
pero hay que denunciar a los que nos someten
recalcar como antes éramos reyes taínos
y nos convertimos en políticos sucios, asesinos.

Déspotas sin gloria, del caribe somos escoria
sin voz propia, sin aspiraciones meritorias
olvidamos sin perdón el sacrificio indígena
que dejaron su pellejo a españoles alienígenas
conquistadores que llegaron en naves espaciales
nos violaron, nos mataron sin hacernos funerales.

Luego llegaron los rubios, los que van de verde
esos gringos gigantes que no toleran rebeldes
y mi pueblo boricua está ciego, los recibe agradecido
olvidamos nuestros indios, y le dimos culo a Albizu
y aunque solo camine, siendo etéreo inconsciente
me apego a mi cultura aún entre la sombra y la muerte.

Me pregunto que hace mi India bravía entre tanto gringo
viendo televisiones, somos videolectores bebiendo vino
que hace el borincano, sentado, de brazos cruzados
estamos jugando PlayStation y poniéndonos barracos
cuando somos del Caribe la lanza en misión sagrada
les aviso que le falta a Latinoamérica su última espada.

Pero miento, les comento, esto no puede ser cierto
tengo esperanzas, aunque sus suspiros casi no los siento
no puede ser que hayan muerto los últimos valientes
no puede ser que se fueran sin gloria ni birretes
no puede ser que estas letras reflejen mi historia
ruego a un Dios que todo lo que rujo sea pura bazofia.