La Pequeña Nariz

Esa nariz solitaria
visitada por tela y manos
sólo quiere la caricia
y que se olvide el descanso.

Ese puntito fin
que habita entre piernas
sobre un llanto ruin
bajo piel y laderas.

Esa pequeña nariz
se entretiene con juego
de la creación del albañil
que la acaricia sin tropiezos.

Ese chichito de carne
siempre observa sigiloso
él se exalta cuando arde
y se siente gozozo.

Señala pero no hostiga
sólo besos y roce anhela
de quien la cueva abajo habita
y sus ansias desespera.

Ella quiere atención
de la que desactiva la razón
y enciende la palpitación
sólo quiere corazón.

Carne Corazón

Carne corazón
que olvidó su canción
vaga buscando refugio
bajo la luz del sol.

Buscando versos ocultos
persigue una sombra esquiva
donde la locura es cotidiana
y la cordura no halla son.

Viste palabras áfonas
que huyen de su boca
se escurren entre los dedos
caen al suelo, polvorientas.

Etéreo sinsazón
regala su piel yerta
anda tras los arrullos
ocultos de la razón.

Musa muerta
engañosa y revuelta
dale sol o sombra
diario o mensual.

Musa furtiva
ladrona de poesía
si duermes, muere ya
si vives, duerme ya.

Todo Cambia

Todo cambia, y se sigue respirando
el tiempo, las flores, y los pajaros alados
inclusive hasta el mar cambia de marea
y si miras el cielo, ves como relampaguea.

Todo cambia, hasta el color de la piel
las bocas, y el calor cuando vas a morir
con los años el cuerpo y el ánimo menguan
aunque al comienzo corras mil leguas.

Todo cambia, excepto una cosa
lo saben todos, no es sólo historia
es que sin corazón no existe vida
es que sin amor somos sólo gravilla.

Corazones En Fuga

Se que nuestra situación es complicada
pero esta vida sin tu esperanza se encuentra apocada
escribo versos patéticos, de esos trillados
dando vueltas, esperando tu beso añorado.

Me frustran tu duda y mis condiciones actuales
se que esto nada bueno augura, y la ansiedad jode
no te convenzo de que vengas a mi lado
es tu decisión, de hablar estoy cansado.

Sí, te aseguro que mi corazón late a tu lado
no soy de palo ni acero, soy sólo humano
que tanto arriesgas tú como yo en esta aventura
porque ambos tenemos los corazones en fuga.

Por Dónde Anda Ese Corazón

Mi corazón está ahí, anda por ahí.
Está escondido tras de un verso
mirando quedo, mirando eso
engavetado, corto de cariño
muerto de hambre, como esos niños
muerto de sed, seco sin sangre
azul, zombi, solo y sin aire
no lo mueve ni la prisa ni la risa
ni el autobús cuando se va de partida
ni las carnes, ni los muslos, ni las venidas.

Mi corazón está ahí – eso dicen – que por ahí,
escondido en un cajón
esperando que concluya esta canción
que le mienta el nombre, pero no lo toca
tirado ahí, como una roca
como esas que habitan en cuentos
donde la ilusión y lo real se trastocan
como el sapo que se queda sin lamentos
en el charco húmedo del desaire
bebiendo tinto cordobés o cerveza
soñando borracho y bolivariano.

Quién sabe dónde andará ese corazón, nadie sabe.
Sólo sabe la dueña, que no es quien lo lleva
lo llevo yo, caminando a duras penas
medio muerto, medio zombi, medio nena
cabizbajo, mirando lejos, medio dolido
medio vivo, gateando, con un respiro
con el último latido que le dejó tu despido.

Lo último que se sabe de este corazón
es que espera que le devuelvas la razón
que lo saques de su caja, y le devuelvas los latidos
que lo recojas del suelo cenizo
que seas bruja, y le plantes un hechizo
que no le temas, y lo hagas vivo.