Entienda Usted

No entiendo que es tan difícil de creer
qué tienen mis palabras, mi actitud, o mi versar
le juro que ya no se ni que pensar
porque cuando le hablo lo hago
con el corazón en la mano
con mis ganas de tenerle
de sentirle y conocerle
pero usted no me puede querer.

Qué, nunca había escuchado alguien de menuda felicidad
buscando refugio en la comisura de sus labios
pero ya lo dicen los viejos adagios
que quien camina amante como su norte
no encuentra su sinsonte
sólo haya piedras y espinas
bocas chuecas y miradas torcidas
aunque lo que busque sea su verdad.

Entienda usted, que cuando le hablo no miento
no tengo razones ni porqués
es para mí luz, más grande que un quinqué
más bien como un faro
que me lleva al despilfarro
de versos, razones y colores
de sentires nuevos y de temores
de deseos de alcanzarle, y de mimarle todo el tiempo.

No entiendo que es tan difícil de creer
Si son mis estrofas, mi perfume, o mi barba
o cómo le escucho, con toda mi calma
si soy menos que perfecto, soy un feo
limosnero, bizco y medio ratero
claro, busco hurtar sus besos
sus caricias, y mucho más que eso
robarle, porque usted no me puede querer.

Paseando Entre “Querer” y “Amar”

Amar y querer son dos verbos poderosos
Ambos vuelven el cuerpo dichoso y furioso
Se vuelven cavilaciones, son dulces adicciones
Ambos son gestos que dedican canciones.

Uno quiere con los ojos, las manos y los besos
Pero ama con el tiempo, el sol, y los sueños
Uno quiere entre flores, palabras y sábanas
Pero ama con la existencia, compromisos y almas.

Porque amar es querer con privilegios
Querer hicha el sexo, amar hincha el pecho
Amar es querer un alma en destellos
querer es amar por encimita y a lo lejos.

Entonces llegas tú, modesta, pero altiva
te haces presente, manteniéndote esquiva
como quien quiere pero no se atreve
te haces ausente, jugando con mi mente.

Te paseas entre el querer y el amar
Vives en el limbo de mis pensares al azar
Cuando me des tus miradas, tu tacto y tus deseos
Decidiré si te entrego mis días, mi alba y mis anhelos.