Musa Taína

Conduciendo incansable sobre tu piedra negra
recuerdo tu bagaje, que tenías el alma guerrera
cuando eras casi transparente, sólo verde, y taína tu sangre
eras paraíso inmutable, de hojas insensibles al desaire.

Te veo hoy, malherida, y pierdo la fuerza de mi mensaje
asumo que ese es el propósito gringo de este chantaje
pero cuando levanto la vista de la erosión, de esta calle
veo el azul cielo, el verde Alelí, y del pueblo, los detalles.

Me entristece cuando veo que llevas el alma dividida
me lleva a huir, a volar, me empujas hacia mi partida
pero mi corazón me agarra, me bombea esta sangre india
y recuerdo los discursos, las masacres, y mi tez indígena.

Entonces tomo un lapiz, tomo un papel, me rodeo de versos
acerca de fantasías, libertad, cavilando sobre sueños necios
recobrando mis fuerzas, que aunque languidecen, aún respiran
rememorando a mi patria, aunque escindida, aún camina.

Te agradezco por recordarme, mi amada, musa querida
día a día, en las mañanas, que mi tierra exhala vida,
que en Borikén quiero pasar el resto de mis días
que la lucha está viva, que la derrota es gesta fingida.

(Para tí)

Todo Cambia

Todo cambia, y se sigue respirando
el tiempo, las flores, y los pajaros alados
inclusive hasta el mar cambia de marea
y si miras el cielo, ves como relampaguea.

Todo cambia, hasta el color de la piel
las bocas, y el calor cuando vas a morir
con los años el cuerpo y el ánimo menguan
aunque al comienzo corras mil leguas.

Todo cambia, excepto una cosa
lo saben todos, no es sólo historia
es que sin corazón no existe vida
es que sin amor somos sólo gravilla.