Solo, en mi camino

El viento acaricia mi rostro…

Cavilo
las verdades de la vida
las ilusiones del ser humano.

Las estrellas
ya no iluminan
mi camino

solo

un sol
que derrite mi ser
que evapora mis lágrimas.

Las luces de una ciudad
por conocer
se alejan.

Un tren de recuerdos
vaga sobre las vías
de mi vida.

Me dirijo
hacia un futuro incierto
iluso y fantasioso.

El propósito de vivir
con el alma muerta:
eso he descubierto.

Sólo queda
un destino desconocido
para ser enfrentado
por un rostro erosionado
y con las lágrimas ahogando
la historia de una existencia.

Voy en un tren
lleno de delirios
a cuestas con mi vida
en camino
hacia lo inverosímil.