Carne corazón
que olvidó su canción
vaga buscando refugio
bajo la luz del sol.
Buscando versos ocultos
persigue una sombra esquiva
donde la locura es cotidiana
y la cordura no halla son.
Viste palabras áfonas
que huyen de su boca
se escurren entre los dedos
caen al suelo, polvorientas.
Etéreo sinsazón
regala su piel yerta
anda tras los arrullos
ocultos de la razón.
Musa muerta
engañosa y revuelta
dale sol o sombra
diario o mensual.
Musa furtiva
ladrona de poesía
si duermes, muere ya
si vives, duerme ya.