Entre Gemidos Y Caricias

Este, mi presente: puñado de caricias,
manos calientes, sin novelas ficticias
para que bailen sobre tu piel helada
tu cuerpo es un escenario de miel dorada.

Que hagan su despliegue afanoso
mi lengua surcando tu cuerpo fogoso
que hablen en lenguajes prohibidos
el que destila letras en los sentidos.

Es el roce de los cuerpos, la orden
tus suaves senos, tu cintura, vaivén
te abordo, tú, siempre hospitalaria
tu humedad, mi religión, misa diaria.

Entre gemidos nos visita la muerte
sobre satín húmedo ese pibe nos mece
caligrafía sobre un manto que delira
música intensa que apacigua la venida.

Sólo luz ahora es nuestro vestido
también marca la hora del despido
hasta luego, entre abrazos y besos
hasta exhalar de nuevo aire y deseo.

Palabras Ausentes

Aquí nos encontramos, hablando tranquilos
la noche siendo nuestro único testigo
y estas letras que son un desafío
las que escribo estando contigo.

Me voy, me despido, buenas noches
con te quieros que no corresponden
porque eres libre, porque corres
me huyes, cuando estoy en derroche.

Y con cien canciones en mi costado
acostumbrado a no tenerte a mi lado
cuando regreso, tus palabras ya se fueron
son espuma que guardo en mi recuerdo.

Eres hábil refugiándote en mi pecho
yo diestro ocultándote en mi desierto
cuando te llamo casi no te escucho
ausente, robas lo único que tengo tuyo.

letras

Hierro Sobre Papel

Soy el que esculpe la piedra
el que moldea el barro
el que dibuja sueños
en el mar o en el cielo
el que te lleva hasta el espacio
cualquier día, con mis textos.

A veces el que vuela,
otras, el que te eleva
pisando trastes sobre un lienzo
cavilando fantasías
pensando épicas poesías
para trazarlas con humildes
y menudas letras.

Soy derecho, y medio ciego
muestro mi rostro
en estos letreros
estantes para arañas y lagartijos
para los más
para los menos.

Quisiera escribir hasta morir
con mis letras extinguir
las pasiones mal fundadas
las confusiones y sus razones
darle a mi pueblo motivaciones
para querer vivir.

No quiero rezar por libertad
prefiero publicar un cuento real
dónde hay fuerzas para quebrar
estas cadenas, esclavistas del tema
ataduras muy poco sinceras
son sistemas y condenas ajenas.

Quisiera cantar de amor
pero mi voz no es la mejor
por eso mi obsequio
para usted, amado lector
son mis manos formando palabras
la hierba sobre la tierra.

Aunque mis causas no sean las tuyas
aunque mis gritos sean letras en fuga
aquí te ofrezco este testamento
dónde narro lo que hago y lo que anhelo
no mi mejor ni mi último intento
de llegarte a la cabeza e hincharte el pecho
con mi pluma, trazando tinta casi eterna
hierro sobre papel.