Soñando Con Pájaros

Tuve un sueño de lo más extraño.

Estábamos caminando – tú y yo – por la orilla de una playa desconocida, aunque era en Puerto Rico. Te señalé un islote que estaba al lado de una plataforma petrolera, y te dije que ese islote se llamaba “Isla”, porque la compañía petrolera de la plataforma tenía ese nombre. El pedazo de tierra estaba cubierto por unas nubes, y una intensa lluvia.

Mientras andábamos y conversábamos, nos encontramos con un tumulto de gente mirando un hoyo en la arena, de algunos cuatro o cinco pies de profundidad. Aquí se encontraban un cubo de plástico, y tres pájaros moribundos: dos reinitas y un chango. También el mar había logrado su acceso, y estaba inundando lentamente este espacio. Los pájaros se iban moviendo, y se ayudaban entre si, moviéndose a lugares más altos.

Repentinamente, volaron rápidamente sobre las cabezas de la muchedumbre, hacia cielo abierto.

En ese momento, desperté.

Según Yo

Esta mujer se ha ido
porque no tengo
espacio en mi agenda –
según ella.

Pero no hay cabida
para más nada
que no sean sus besos –
mi lamento.

Estas razones que me atan,
cantan estrofas que maltratan
me estrujan la cabeza
me desgarran, rompen mi pecho
me golpean contra el viento
perdido, en espacio muerto.

Mis lamentos son egoísmo
sus razones ya las vivimos
pero todo me deja un vacío
que me lanza a un abismo
aquí vivo, en este calabozo
payaso, sonriendo sin gozo.

Así quedo, mirando tu foto
mendigando cariños rotos
buscando en labios tu nombre
en las líneas del horizonte
es esta cosa que me nubla
que aparenta ser mi culpa.

Es que esta mujer se fue
se llevó sus ojos, dulce miel
estoy respirando el hastío
la falta de este amorío
prefiero un futuro en tinieblas
incierto, pero con ella.