Sonámbulo

Hoy despierto, igual que ayer, sonámbulo. No recuerdo si ya lavé mis dientes, porque todos mis días son iguales. Enciendo mi televisión, y veo noticias que me consternan por sólo cinco minutos – ya lo he visto todo. Si lo que veo no son mis nuevas, y ese mundo no es el mío, que más da.

Me dirijo a cocinarme algo, porque gruñe mi estómago. Al mirar dentro de mi nevera, me pregunto: ¿tostadas francesas, huevos fritos o en revoltillo? Me da igual, porque el café es igual.

La ropa que llevo es la de anoche aun. La que tengo en mi closet es la de la semana pasada, o de la antepasada, si tengo suerte.

Veo algunos seres compartiendo mis pasos, también sonámbulos, con quienes cruzo miradas, pero están todas vacías. Mis ojos son sólo cuevas, órbitas cóncavas que no invitan a nada.

Ni siquiera el agua cayendo sobre mí auyenta esta anestesia. Mi vida vive confinada en un trance, inescapable, monótono, e innegable.

El orden en el cual realice mis labores matutinas no importa, el desenlace es el mismo: me dirijo a mi trabajo, intento sobrevivir algunas horas, para luego regresar.

Sin ninguna eventualidad, lavo mi cuerpo, y me acuesto a dormir. Es ahí donde despierto, en sueños, dónde soy la arena del envase de cristal, y dónde, con una pincelada, trazo valles verdes, muñecos de nieve, y millones de destinos.

Luego comienza el otro día, el mismo de ayer, la misma vagancia sonámbula, como el ratón en su laberinto genérico, cuya ruta ha memorizado. Luego, sólo queda correr en la rueda, sin dirección.

Tuiteos, Página Tres

viernes, 10 de diciembre de 2010…

[12:11:31 AM]
Cuando te veo, ahi pequeñita,
dibujada en mi Tweet List,
me invade la extraña idea
de meterme ahí contigo,
en ese cuadrito…

[12:19:41 AM]
Te quiero sorprender de espalda,
arropar tu cintura con mis brazos,
y que sientas mis labios y mis dientes
en tu cuello.

[12:23:18 AM]
¡No me mires!
Trátame con el placer y el atrevimiento
de los que no se conocen,
sin restricciones, una vez.
Quiero ser extraño en tu piel.

[12:27:00 AM]
Miénteme un poco, sin cariño.
Despréciame,
pero desprecia más el frío
de no arroparte con mi cuerpo.
Déjame calentarte con besos.

[12:30:13 AM]
Siente mis manos navegando tus tobillos,
luego mi lengua recorriendo tu espalda.
Siénteme, no mires.
Cierra los ojos, déjate ir.

[12:35:15 AM]
Déjate caer al suelo, no resistas.
Quiero estar en cada escalofrío tuyo.
Vamos, atrévete,
como vagabundos en una ciudad de deseo.

[12:38:00 AM]
Sueñame desconocido,
en blanco y negro,
pero dueño de tu placer…

Tuiteos, Página Dos

lunes, 6 de diciembre de 2010…

[07:59:56 PM]
Me gustarían tus piernas cruzadas tras mi espalda,
temblorosas,
tus repiros entrecortados
y tu orgasmo entrelazado en mi lengua.

[08:10:04 PM]
Me gustaría morder tus labios,
mientras mis manos se pierden entre tus muslos,
pero lento,
sintiendo tu humedad y jugando con ella.

[08:12:38 PM]
Siénteme adentro de ti,
siente mi boca cálida en tus senos,
mis manos tirando un poco de tu cabello.

[08:15:04 PM]
Quiero sentir tu pulso interior en mi sexo,
como te contraes y te expandes,
como gritas silenciosamente tus gemidos a mi oído.

[08:20:16 PM]
Ojalá…

[08:26:33 PM]
¿Y ahora, #nomention?

Estudiantes, Lucha, Libertad

Cuando recibí mi suspensión académica, me di cuenta lo importante que era aquel lugar. Definitivamente, aquellas cientos de paredes eran más que concreto armado, sino un lugar dónde se enseña a vivir. Cuando regresé, lo que en un comienzo eran ganas de fiestas y alcohol, se había convertido en una urgencia auténtica por aprender.

Lo más que disfruté de la Universidad de Puerto Rico, aparte de lo académico, fue la relación intercultural entre estudiantes. Allí aprendes del chino que se sienta junto a ti en el salón de clases, o del argentino que conociste en los pasillos de la Facultad. Conoces al cristiano, al budista y al ateo. Todos éramos profesores y estudiantes simultáneamente.

No recuerdo enemistades más allá de algún malentendido por faldas. Durante esta travesía nos unía un fin común: convertirnos en entes pensantes, autosuficientes, capaces de de enfrentarnos al mundo, y devorarlo de un bocado.

Recientemente, han resurgido antiguas visiones que habían quedado olvidadas, porque en este lugar no hay tiempo ni espacio para estos discursos, son temas que dividen. Se ha retomado la pelea estéril causada por la coartación del aprendizaje y la libertad, y se toman bandos. Es de entenderse, porque en este lugar se profesa como religión el libre pensar, así es que hay espacio para llegar a tus propias conclusiones. El problema es que el discurso que se lleva en este momento es uno que confunde, que promueve la enajenación antes del bien común. Hay que sentir por nuestros colegas, porque eso es lo que hace patria.

Hoy, hago mi llamado: estudiantes, profesores, y libres pensantes: entre nosotros no hay enemigos, sino ignorantes y mal informados. La guerra de boricua contra boricua no es una pelea justa, es la misma sangre, y mucho menos si aparte de compueblanos, somos vecinos de estudio.

La lucha debe ser una, y es contra la idea necia y errada. Cuando este mensaje invada nuestro segundo hogar, e intente violentar nuestra paz, hay que sonar las trompetas y disparar los cañones – el disparo de palabras, del discurso sabio y de todas las razones.

Ahora, llamo la atención de nuestros gobernantes: recuerden que su labor se debe al deseo del pueblo. La administración de nuestro país, aunque no es tarea fácil, debe ser ecuánime, y buscando nuestro mejor interés. Recuerden siempre que los estudiantes somos los cerebros del futuro, los que dirigirán nuestra tierra hacia un mejor mañana. El negar el derecho a luchar y estudiar condena esta gestión, tendremos líderes débiles y de pensar poco profundo, completamente incapaces hacer avanzar nuestra cultura.

Enfatizo a estudiantes, decanos, profesores y directores, a la gente, y hasta al presidente: ayer esta guerra y estos motivos eran los suyos – si no lo son ahora – y serán los de tus hijos, nietos, o del hijo del vecino. El estúpido es el único que no se da cuenta que cuando se derrama la sangre del pueblo donde nacimos, la afrenta es contra uno mismo.

El fin de esta batalla es perpetuar una educación libre y accesible, esa es la consigna y la meta. Hay que detener este matricidio. El camino somos nosotros, porque esta lucha que hacemos también nos educa, y más, nos fortalece. Hay que unirse en ideales y en manos.

Cuando alcancemos esta libertad, alcanzaremos la paz. Vayamos, vivamos, y venzamos.

Una Noche De Programación

Estoy en mi oficina, acompañado de un acondicionador de aire que no se cansa de soplar, dos monitores, mi computadora portátil, y mi teclado. Es casi media noche, y realmente no quiero estar aquí, prefiero el calor de mi hogar, y ver la sonrisa de mi hija.

Inicializo mis herramientas de trabajo: Visual Studio 2010, SQL Server 2008, Internet Explorer y Notepad. Parezco el hijo perdido de Bill Gates, obviamente, sin la fortuna, pero patrocinando todos sus productos.

Una de mis pantallas lee: Page Language=”C#”, y tiene un cursor que parpadea incesantemente, causándome un poco de tensión.

Comienzo a escribir, como un secretario. Cada palabra que escribo complementa las vibraciones impersonales de este lugar. Tal vez debería colgar algunos cuadros aquí para crear una atmósfera mas familiar.

Al poco tiempo, comienzo a procrastinar. Accedo mi Facebook, a ver quien me ha escrito. La mayoría del tiempo, no hay nadie nuevo. A veces recibo una receta de la Chef Milani, o una invitación a jugar con “La Finquita”, la cual deniego gustosamente.

Luego leo mi Twitter, el cual permanece visible durante toda mi estadía en mi espacio privado, y continúo escudriñando a ver si hay alguna conversación en la cual pueda insertarme mágicamente.

Después de un rato, regreso a lo que hacía anteriormente. Ese cursor me atormenta. Reviso mis correos electrónicos para retomar el hilo de lo que hacía ayer, o antes de ayer, lo que tenga más prioridad. Continúo escribiendo impacientemente.

Al pasar algunas horas, comienza a atormentarme la soledad, y por alguna razón que no he entendido aún, siento una erección. Debe ser la falta de compañía, la necesidad de calor humano, inalcanzable dentro de estas letras robóticas. Tal vez es sólo que mi compañero dentro de mis pantalones esta aburrido. Quien sabe.

Me dirijo al navegador. Usualmente navego con Firefox, Internet Explorer es muy lento para mi gusto, y guarda demasiada información de mi actividad en el Internet. Busco un poco de pornografía, pero la verdad es que ya no me gusta como cuando tenía dieciocho años, o, al menos, no verla solo. Prefiero hacerlo acompañado, y jugar al “hagamos eso, a ver que pasa”.

Si la impaciencia me agobia demasiado, voy a la oficina de mi vecino, y le robo un cigarrillo. Aunque dejé de fumar oficialmente hace mucho, de vez en cuando me doy ese placer secreto, que cura todas mis ansiedades, al menos, por un rato.

Cuando termino de fumar, regreso a Twitter, y escribo un comentario dirigido a “#nomention”. Por lo general va en la línea de: “Me gustaría hacerte cosas, bla bla bla”. Asumo que ese mensaje se pierde en los confines del ciberespacio, sin leerse, sólo por mí. Lo persigo por horas, observando como se apiñan sobre él los mensajes de mis llamados “Amigos”, a quienes no conozco personalmente.

A veces entro a mi blog, a verificar el tráfico. Me gusta ver al menos diez visitas diarias, y si son más, me siento como el New York Times. Para mí, eso iguala a éxito.

Sin darme cuenta, ya he terminado casi todas mis tareas laborales. Ya son las 3 de la madrugada. Todavía no comprendo que hago en mi oficina un domingo a esta hora, pero aquí estoy.

Dentro de esta rutina agobiante, siento un peculiar placer. Me fascina mi vida electrónica, aunque no lo admita abiertamente. Creo que es cierto anonimato que uno cobra, como el que toma un dulce y lo come, sin pagar.

Veo el reloj. Creo que es hora de volver a la realidad, despegarme del brillo de las pantallas, y conducir a mi casa, a dormir un poco. Mañana me espera otro día, igual al de hoy.

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Tuiteos, Página Uno

martes, 30 de noviembre de 2010…

[12:07:08 AM]
Quiero recorrer con mi boca,
desde tu cuello,
hasta dónde terminan tus caderas.

[12:23:17 AM]
Quiero deleitarme con tu piel,
saborear el secreto que ocultas entre tus muslos,
escudriñar tu humedad,
sentirte bailar sobre mi lengua.

[12:39:21 AM]
Quiero que vivas en mis letras,
aspirar tu aliento,
y escuchar mi nombre en tus quejidos entrecortados.

[07:10:06 AM]
Siénteme adentro,
siénteme en tu alma,
dentro de tus uñas,
y hasta en tus pestañas.

[07:12:21 AM]
Déjame tocarte con dedos invisibles,
los que no ves,
no porque no existan,
sino porque se esconden en ti.

[07:16:57 AM]
Déjame sentir tu boca,
y hasta tus entrañas,
quiero vivir tu cuerpo,
tu temblor no me engaña.
Siénteme desde añoche,
víveme en la mañana.

[08:13:55 AM]
Díctame tu cuerpo como si fueran versos,
deja que narre la historia de tu calor.
Piel con piel,
deja que naden las letras en nuestro sudor.

[08:41:30 AM]
Quiero deslizarme entre tus sábanas y tu carne,
despertarte con esos besos secretos que tanto te gustan.

[08:46:29 AM]
Mi espíritu no te ama, pero te desea.
Mi deseo te ama,
y quiere despeinarse con tus jadeos ansiosos.

[09:39:07 AM]
#NoMention