Nos miramos en esos ojos,
que con el tiempo aclaran
saboreamos esos labios
que los años agravian
tomamos esas manos
que el trabajo maltratan
soslayamos esas almas
que los cuerpos acaparan.
Cambiamos rápido
en tres o cuatro años
serán décadas o siglos
y las batallas que vivimos
esas si que mutan
es el espíritu que lucha
que a veces se quebranta
y otras se desnuda.
Las aves en el horizonte
sinsontes mudando colores
las rocas bajo el agua
las cascadas y alboradas
las nubes, esas cambian
cada cinco, solas nadan
sea de día o de noche
son colores en derroche.
Observo tu mirar
el de cambio permanente
perdiendo su luz amena
como cueva en la ladera
mientras, la vida cambia
y ese cambio si que cala
un día nace, y se renueva
pero es siempre perecedera.
Pero algo no cambia
solito se mantiene
pasa el tiempo sonámbulo
que no anuncia sus actos
es sólo cambio en los años
siglos y días aledaños
siempre distinto, siempre está
ese ahora que al instante llega.
(Gracias, Negra)