Mi Ella

Antes que nada, mi ella vive, respira, e irradia una paz armoniosa. Es un ente pálido y pelirrojo que se apodera de mi aire cada vez que lo veo caminar.

Ahora, puede ser que la ella que tanto añoro y deseo contenga también un fragmento mitológico. Áurea, me dice cosas dulces al oído, besa mis labios, y nos hacemos uno sobre una telaraña etérea.

La ella que todos ven es una chica de piel sedosa y lozana, de ojos oscuros y dulces, de manos y pies delicados y tersos.

Mi ella me habla en sueños, me cuenta cómo ansió verme durante todo el día, escucharme y rozar sus labios contra mi piel. Su presencia huele a rosas marchitas, y sus besos saben a caramelo. Ella es pétalo, canto de un ruiseñor. Viento que acaricia mi cabello, agua que enjuaga mi rostro.

Cuando me despierta el alba, me doy cuenta de la diferencia que existe entre mi ella y la que todos ven. Su versión corpórea, que camina en su cuarto y en el comedor de su casa, que conduce su automóvil todos los días, y que ríe, llora, duerme, y fantasea con su felicidad, como lo hacemos todos, lo más probable es que no viva suspirando por mí, ni que en sus sueños me haga el amor sobre las hileras del viento. No sólo que es más que posible que no comparta mis fantasías, sino que no se acuerde de mí del todo, que cuando piense en mí, lo haga porque me vio caminando en la plaza. Tal vez piensa “por ahí va él”, sólo por cierta cortesía subconsciente humana, o porque le resulta graciosa la forma en que llevo peinado mi cabello.

Mi ella es sólo un espejismo, pero es lo único que tengo. Es quien colorea mis sueños monocromáticos.

Tal vez, los momentos que he vivido junto a la ella del tiempo en vigilia, son los que han dado rienda a esta alocada fantasía.

La primera vez que le hablé, me despertó cierta curiosidad atrevida. Luego tuvimos nuestros momentos, pero fueron muy casuales.

Una noche salimos a comer con todos nuestros amigos, me despedí de ella luego de la salida y sostuve sus manos por unos instantes. Creo que fue ese momento lo que hizo estallar mi imaginación. Finalmente, me encontré en varias situaciones en las cuales pude haber besado sus labios, pero no lo hice, tal vez por timidez, tal vez por miedo.

Esos momentos con aquella dama de carne y hueso no forman parte de mi imaginación, ocurrieron. Pero sólo ella, el tiempo que transcurrió, la brisa que nos envolvió, y yo, somos testigos.

Esta explicación sólo me sirve a mí, para conservar mi cordura, y, para que cada vez que empiece a sentir que la realidad se comienza a desdoblar, tener en cuenta de qué es lo vivido y qué es lo soñado. Sólo espero que algún día la ella de mi fantasía y la ella de mi realidad se encuentren, y los tres disfrutar de sueños y verdades.

Pensamiento En Tres Tiempos

El tiempo futuro es una maraña de sucesos que no han ocurrido, las cuales causan tensión, y sólo sirven para percudir la imaginación. Con el “ay, si fuera” o el “podría ser”, el ser humano tiende a planificar toda su vida. Todo su destino gira en torno a una posible mentira o a un remoto tal vez.

El tiempo presente es como las líneas que se forman cuando vas en el asiento trasero de un automóvil mirando hacia afuera por el cristal pequeño. Es todo un itinerario de detalles prácticamente imperceptibles; un conglomerado de colores y formas indivisibles. Todo ocurre tan rápido: es tiempo presente, el cual, al culminar su análisis, ya es pasado.

Admito que soy parásito del tiempo pasado — es lo único claro, lo único acerca de lo cual puedes estar seguro, a ciencia cierta, que es completamente veraz. Está evidenciado, y podemos regresar a él cuantas veces queramos. Sólo existe una condición: regresamos en calidad de espectadores. No es posible cambiar nada ahí, y revivimos sin claridad, a veces perdiéndonos en una temporalidad tempestuosa.

Existen muchos pensares en cuanto al pasado, y reina la idea que al ser pretérito, no vale la pena regresar. ¿Pero no es este tiempo que pretendemos olvidar nuestra mejor guía acerca de como conducir un presente cuyo diario sea uno digno de releer?

Existen también quienes hacen de su ayer un hoy. ¿Es eso posible? Podemos hablar de cómo, al momento de cavilar sobre lo viejo, lo hacemos nuevo, por estar invirtiendo recursos disponibles sólo a la contemporaneidad. Quien sabe, tal vez al pensar en el pasado, estamos haciendo un viaje temporal, histórico.

Estas son sólo ideas torcidas en cuanto a un tema incierto, variable. Siéntase libre de crear su propio criterio, y quien sabe, tal vez cuando alguien lo visite, ese pensamiento añejo podría convertirse en uno corriente, hogaño.

Que Me Entierren Como Gánster

Cuando yo fallezca
cuando esta barba ya no crezca
que me entierren como gánster
con cadenas de platino y diamantes.

Quiero ser recordado como gigante
y sepultado pomposo y galante
con un gabán de cabello de camello
con bufandas de oro y terciopelo.

Si muero en un río ahogado
que mi ataúd quede siempre sellado
que me recuerden con un afiche
que cuelgue desde un piso quince.

Si muero baleado, masacrado
que me recuerden como Dios alado
reviviendo siempre mi grandeza
que de muerto me mienten alteza.

Y que mi música viva en voces y hologramas.
Y que mis versos los recen todas las semanas.
Y que mi sonrisa se recuerde sincera y perlada.
Y que mi esencia quede como esfinge, eterna.

Cuando yo fallezca
que me envuelvan en seda perfecta
y me entierren como a gánster
y me veneren como a magnate de Harlem.

(Gracias Tupac, poeta callejero)

Obvio, Desespero

Cuando estoy contigo
a veces no quiero
y cuando no estoy
sólo desespero.

Sentir tu caliente aliento
vivir tus suspiros
tu tacto, no miento
cuando te digo
que estando contigo
y cuando no estoy
se desborda un anhelo.

Cuando mis labios
rozan los tuyos
cuando tu lengua
y la mía son uno
cuando tus manos
blancas como alma
las tengo, cuando no
te extraño, sincero.

Sabes, te quiero
te amo y te idolatro
eres ese cuadro
que cuelgo de mi pecho
que me revive
cuando caigo muerto
nacen en mi lápiz
versos alfareros.

Abres las puertas
del cuarto y veo
menuda la ropa verde
me sientes y te siento
cuando los cuerpos
a un ritmo son uno
llegado el momento
te vas a tu vida
tu hálito se despide
extraño tu cuerpo
extraño tus besos
obvio, desespero.