Cuando yo fallezca
cuando esta barba ya no crezca
que me entierren como gánster
con cadenas de platino y diamantes.
Quiero ser recordado como gigante
y sepultado pomposo y galante
con un gabán de cabello de camello
con bufandas de oro y terciopelo.
Si muero en un río ahogado
que mi ataúd quede siempre sellado
que me recuerden con un afiche
que cuelgue desde un piso quince.
Si muero baleado, masacrado
que me recuerden como Dios alado
reviviendo siempre mi grandeza
que de muerto me mienten alteza.
Y que mi música viva en voces y hologramas.
Y que mis versos los recen todas las semanas.
Y que mi sonrisa se recuerde sincera y perlada.
Y que mi esencia quede como esfinge, eterna.
Cuando yo fallezca
que me envuelvan en seda perfecta
y me entierren como a gánster
y me veneren como a magnate de Harlem.
(Gracias Tupac, poeta callejero)