Ella estaba de alma presente ahí
transparente, niebla entre mis dedos
mis manos la buscaban con anhelo
pero la perdí, ni su medio vivir.
No sé dónde dejé nuestras charlas
si las extravié en un tono digital
en la cueva marrón del auricular
junto a las bromas durante el desvelo.
Perdida o huyendo, ¿dime dónde estás?
mis victorias mueren sin destilar
no ves que sin ti vuelvo a ser mortal
te fuiste, en silencio y sin avisar.