Hoy te recordé áurea en mi ayer
cuando por poco me enamoraste
robaste mi aliento sin querer
sólo pensándote hasta el desgaste.
Claro, porque fuiste una ausente
te dibujaba versos en un desierto
transeúnte invisible y pesadumbre
mientras abrazaba nubes y cuentos.
Infatuaciones sin muchas razones
te soñaba, y tu aliento saboreaba
eran mentiras en diez canciones
historietas que iluso fantaseaba.
Irreal nuestro tiempo compartido
no hubo ni piel, ni muertes, ni vahídos
ni desgarré tu corto vestido
fue neblina sin tiempo ni sentido.
Hoy quiero un abrazarme a tu piel
condecorar con gemidos mi victoria
acariciar con mis labios tu desnudez
aunque sean mentiras de mi memoria.