Es más fácil escribir un verso
narrar el silencio tras los besos
que nuestra historia, sus tropiezos
los vahídos lentos, nuestros excesos.
Es más fácil componer mil canciones
hablarle al alba y a sus peones
que mirarme en ti, espejo ausente
reflejo que me hace huir del presente.
Es más fácil delinear un lienzo
azul cerezo, sin el rojo de tu boca
que una silueta simple con ojos negros
el simple contorno de la piel de tu cuerpo.
Es más fácil librar veinte largas guerras
con miles de carnes y voces de almas muertas
que despertar vestido de otro ente
victorioso, pero sin tu desvelo.
Me cuesta andar los surcos del mundo
entre fantasmas, sin color, medio difunto
entre tus dedos, hebras quebradas tiempo
persiguiendo tu aliento, arena nadando en viento.