Muchas veces
trato de escucharte,
trato de leerte,
en tu silencio.
Tal vez
son ideas vanas,
tratar de saber
lo que ronda
tu juicio,
pero es necesario.
Necesito saber
si cuando saboreas
la suave brisa
en tus labios
sientes mis dedos
acariciando tu rostro.
O si cuando
oyes el eco
del tic toc del reloj
escuchas mi corazón
latiendo
entre tus brazos.
Hay veces
que cierro mis ojos
y pienso
que me imaginas
en tu cintura
en tus ojos
en tu lengua.
Mi paz lo implora,
porque cada paso que doy
lo hago acompañado
de la esperanza
de tu deseo.