Día Dos: La Reconstrucción

Bloque por bloque, alma por alma
obtuvimos la libertad a punta de espada
beso por beso, caricia por caricia
obtuvimos nuestro amor olvidando la envidia
y continuamos creando nuestro edificio
construyendo con barricadas contra el maleficio.

Somos indios sin taparrabos, humildes vestidos
somos sobrevivientes de esta caída al precipicio.

Nadie mejor para deleitarme con esta victoria
que mi amor de verano, entre esta escoria
polvo que moldeamos a nuestra voluntad
compartiendo boricuas en esta hermandad
vamos a reconstruir el verde de este suelo
vamos a sembrar gris en estos cerebros.

Somos magnates millonarios en libertad
somos los hijos de mi patria, antigua beldad.

Agradezco a mi querida por construir conmigo
la familia, los hijos, todos los taínos altivos
cayo por cayo, caricia por caricia
comiendo cundeamores con sabor a justicia
arbusto por arbusto, sudor por sudor
aquí nace la nueva cría emancipada del Señor.

El primer verso

Este es mi primer verso, el que va luego del último
porque todo comienza y termina en tiempo minúsculo
y si dejo de versar hoy, y el mundo muere mañana
me perderé el derramar mi tinta sobre estas sábanas.

No me quito de la poesía, ni de perseguir este hilo
aunque me faltes en ella, y en los mismos respiros
todo continúa, el tiempo pasa, y vivirás más besos
también serán desaires, romances, y nuevos paseos.

En mi libro leo a ese actor en una triste encrucijada
esta vida sin tus besos, o existir con el alma espinada
debo escoger si nadaré del mar sólo en su espuma
o si disfrutaré de un sol de mañana vestido de luna.

Lárgate de mi vida y se feliz, pero me duele, te confieso
no porque no quiera, pero eres sal, y mi luna de queso
necesito salir de este laberinto en el que me encuentro
y luego que salga, si estás, escribiremos días y cuentos.

Lluvia

Quiero que llueva
húmedo y con fuerza
empapando mi piel desierta
mis pies, mi pecho, mi cabeza
que no me seque el viento
ese sería mi lamento
porque esta agua refugia peces
y sumerge mis pensamientos.

Que enjuague mis ideas
y se mojen las dormidas
que se ahogue mi otro yo
quién sale bajo el sol
y quede sólo el nocturno
caminando en la penumbra
que quede este vampiro
devorando el girasol.

Que se mojen mis trapos
y me enferme en agonía
porque esta es lluvia fría
la que me moja en este día
que me hace refugiarme
silencioso en mi guarida
cuando aborrezco esta vida
la de este río y la mía.

Eres tú, agua helada
tormenta que vuela dormida
rescatas mis verdes hojas
en mi calor vives rendida
mantienes mi mente en guerra
mis dos labios entreabiertos
mis pies descalzos en el suelo
dando tumbos sedientos.

Ven, llueve sobre mi ropa
ven y llévate mis derrotas
empapa mi cuerpo completo
derrámate sobre mi copa
porque tu cuerpo vive tendido
sobre la gracia del cielo
que llueva, ahogue mis ideas
y embriague mis pensamientos.

Día Uno

Hoy se hizo libre mi Borikén bravía
este paraíso inigualado tan luchado
donde vivimos hoy los hermanos
erguidos, rugiendo con sangre india.

Me siento gigante ondeando mi estrella
sosteniéndola al par de tu mano amada
húmeda con ese tinto que corre y cala
luego de vencer unidos en esta batalla.

Nuestros espíritus entrelazados en credo
soberano, liberado, independiente, testigo
de este amor sustantivo que tengo contigo
redención que a nuestra extirpe heredo.

Doy pasos triunfantes, henchidos con gracia
compartiendo imposibles que creía sueños
nadie mejor que tú, porque somos dueños
del suelo libre donde nos quedan andanzas.

Adiós, O Hasta Luego

Adiós, o hasta luego
será lo que sea
tal vez lo que Dios quiera
mientras las horas sean arena.

Me despido hasta siempre
aunque huyes de mi presente
pero paseas en mi mente
no te dejo ir, pero si vivir.

Me despido, te digo adiós
porque no tengo fecha ni hora
pero no te lleves tus cosas
no secuestres esos besos dónde moras.

Me despido, te digo hasta luego
porque en tus deseos merodeo
lo sé, aunque quieras despedirte
y en la distancia hundirte.

Sé que me vivirás, igual que yo te vivo
hasta el fin de los años y y el retiro
te lo digo, tus ojos son testigos
te amaré siempre, en todos mis respiros.

Sé feliz, porque es un buen decir
sé feliz, eterna en los días en que viví
taciturno en mi penumbra
luz de mi vida, eres quien la alumbra.

Gracias te doy, gracias, por ti
hasta luego, o hasta aquí
que te quiero desde que te vi
y te amaré hasta el morir.

Te digo adiós, o hasta luego
que ocurra lo que Dios quiera
cómo dicen, que para bien sea
vete entonces, aquí estás en quimeras.

Carta De Piel

Me enviaste una carta con piel y besos
don de tu belleza que me hechiza
la música que aviva estos versos
la musa que en mis labios habita.

Me enviaste una carta con gemidos
tu melodía que llevo puesta
adornando mis sinsentidos
al ritmo del latido y la caricia.

Me enviaste una carta con te quieros
y te contesto con estas líneas
porque el cariño se queda corto
ante esta pasión que nos encierra.

Según Yo

Esta mujer se ha ido
porque no tengo
espacio en mi agenda –
según ella.

Pero no hay cabida
para más nada
que no sean sus besos –
mi lamento.

Estas razones que me atan,
cantan estrofas que maltratan
me estrujan la cabeza
me desgarran, rompen mi pecho
me golpean contra el viento
perdido, en espacio muerto.

Mis lamentos son egoísmo
sus razones ya las vivimos
pero todo me deja un vacío
que me lanza a un abismo
aquí vivo, en este calabozo
payaso, sonriendo sin gozo.

Así quedo, mirando tu foto
mendigando cariños rotos
buscando en labios tu nombre
en las líneas del horizonte
es esta cosa que me nubla
que aparenta ser mi culpa.

Es que esta mujer se fue
se llevó sus ojos, dulce miel
estoy respirando el hastío
la falta de este amorío
prefiero un futuro en tinieblas
incierto, pero con ella.

Tuiteos, Página Siete

miércoles, 6 de julio de 2011…

[10:23:13 PM]
Me gustaría sentir tu legua
caliente y suave saboreando mi sexo.
Que te deleites con mi elixir de vida
mientras enredo mis dedos en tu cabello.

[10:26:50 PM]
Que te acerques, y coloques mi acero
dentro de tu fuego húmedo,
y me bailes al ritmo de mis suspiros,
mientras mis manos recorren tu silueta.

[10:28:50 PM]
Y te miro desde aquí abajo,
mientras realizas tu danza gigante, gimiente
sobre mi cuerpo tenso y sudoroso.

[10:35:06 PM]
Quiero que me ames, aunque sea
mientras saciamos nuestros cuerpos.
Ámame, al menos mientras dure tu deseo,
préstame tu alma aunque sea un momento.

[10:47:07 PM]
Quiero que dejes caer
tu perspiración sobre mi pecho,
y llegar tan dentro de ti,
que tu espíritu acaricie mi sexo
y explote en gemidos y deseo.

[10:52:04 PM]
Quiero llegar tan profundo, tan adentro,
que mis latidos se vuelvan tus latidos
y juntos morir durante unos instantes
acompañados de quejidos y risas sin sentido.

Musa Taína

Conduciendo incansable sobre tu piedra negra
recuerdo tu bagaje, que tenías el alma guerrera
cuando eras casi transparente, sólo verde, y taína tu sangre
eras paraíso inmutable, de hojas insensibles al desaire.

Te veo hoy, malherida, y pierdo la fuerza de mi mensaje
asumo que ese es el propósito gringo de este chantaje
pero cuando levanto la vista de la erosión, de esta calle
veo el azul cielo, el verde Alelí, y del pueblo, los detalles.

Me entristece cuando veo que llevas el alma dividida
me lleva a huir, a volar, me empujas hacia mi partida
pero mi corazón me agarra, me bombea esta sangre india
y recuerdo los discursos, las masacres, y mi tez indígena.

Entonces tomo un lapiz, tomo un papel, me rodeo de versos
acerca de fantasías, libertad, cavilando sobre sueños necios
recobrando mis fuerzas, que aunque languidecen, aún respiran
rememorando a mi patria, aunque escindida, aún camina.

Te agradezco por recordarme, mi amada, musa querida
día a día, en las mañanas, que mi tierra exhala vida,
que en Borikén quiero pasar el resto de mis días
que la lucha está viva, que la derrota es gesta fingida.

(Para tí)

El Coleccionista De Suspiros

Existe un duende coleccionista, que roba la emoción a los primeros encuentros y la electricidad a la paciencia. Es un ladrón sin decencia, y roba fácil, de un tiro, no lo subestimes pues es el Coleccionista de Suspiros.

Es un enano verde, burlón y sin suerte, por eso busca apropiarse de los momentos deliciosos de la gente. Es ese suspiro que damos cuando besamos, cuando nos levantamos, hasta cuando rabiamos.

Es de los coleccionistas más peligrosos, porque hoy es él, y mañana es ella. Y, aunque tiene color de una sandía, tiene las alas de una harpía, el encanto de las nubes rosadas, el poder de seducción de una sirena, y una lengua suave que, como el vino, embriaga.

Es hábil en el ataque. Te roba los pensares, las palabras, y las hace suyas. Te hace pensar que son mentes en espejo, cautivando tu intelecto. Luego te roba un suspiro y se vuelve esquivo. Cuando te das cuenta, tu pecho se aprieta, porque te ha robado la esencia.

Insaciable, el adicto de alientos regresa y te sigue robando, ahora los suspiros causados por el quebranto. Hasta que finalmente lo que queda es un cadáver tieso, que aunque respira y cavila, ya no suspira.

Y el cuerpo afectado queda agradecido de aquel despiadado, que disfruta aspirar almas, y devolverlas secas y sin ganas. Quedan los entes agradecidos porque les dio horas de vida, aunque sin darse cuenta, les robó y se fue a la huida.