Me he vuelto un ser de amar frío
en el sexo, hoy por hoy, soy un lío
me mal acostumbraste, mañosa
maldicion que mi cuerpo atesora.
Montaña inmóvil, o piedra de río
huracán inerte en el amorío
en calma, como lodo inseparable
de pie sobre losa inquebrantable.
Sólo a ti puedo rendir reverencia
a tu fuego interior, a tu malevolencia
fui horma, eres medida perfecta
fuimos engranaje y turbulencia.
Has dejado una sed de tu cuerpo
los sentidos y mi tacto revueltos
ningun otro líquido parece saciar
esta sed de tus besos, ni el mar.