El Fuego del Demonio

Ese ángel desconocido,
un demonio por conocer,
me atontaba
con su calor,
con su aparente amor.

Me quemaba,
por dentro.

Mi cabello
cubría mis sentidos
no me dejaba ver
ni la dulce vida
ni el amargo real.

Siempre confiado
la perseguía en sueños
en versos
por senderos dulces
hasta el fuego.

Me quemaba,
con sus deliciosas llamas.

Mi cuerpo
ya estaba calcinado
y mi alma
estaba acorralada
en una cárcel de cenizas.

Ya no llevaba
el cabello cubriendo
mis ojos –
sólo veía polvo
en el suelo,
humo y gris.

Todo estaba arruinado:
mi casa
mis amigos
hasta esas ciudades
que una vez visité.

Este demonio,
hasta ahora cubierto
en ropas satinadas
y alas doradas,
reía sin amores
ni vergüenzas
sobre una pila
de rescoldo y recuerdos.

Mi alma
derrumbó la prisión
que representaba
mi cuerpo ceniciento,
escapó libre.

Ya no me quemaba,
pero mi cuerpo ausente
dolía.

Mi cabello
era hollín,
ya no amordazaba
mis ojos.
Ahora discernía
el amargo
de lo dulce.

Mi espíritu
se encontraba humillado
sentado, por ahí.
A veces
de rodillas
en una nube,
o quien sabe dónde.

Al menos,
ya no sufro
por amar
a un demonio
que por un beso
me vendía fuego.

Ahora no estoy,
y sólo siento
frío.

Solo, en mi camino

El viento acaricia mi rostro…

Cavilo
las verdades de la vida
las ilusiones del ser humano.

Las estrellas
ya no iluminan
mi camino

solo

un sol
que derrite mi ser
que evapora mis lágrimas.

Las luces de una ciudad
por conocer
se alejan.

Un tren de recuerdos
vaga sobre las vías
de mi vida.

Me dirijo
hacia un futuro incierto
iluso y fantasioso.

El propósito de vivir
con el alma muerta:
eso he descubierto.

Sólo queda
un destino desconocido
para ser enfrentado
por un rostro erosionado
y con las lágrimas ahogando
la historia de una existencia.

Voy en un tren
lleno de delirios
a cuestas con mi vida
en camino
hacia lo inverosímil.

El Rey

Desde la lejanía
todo cobra un matiz
distinto.

El oscuro celeste
construye mi universo
y la luna
desfila honrosa
sobre mi rostro.

Soy un rey majestuoso.
Voy en mi carroza conduciendo
sobre el camino
de los ladrillos dorados.

A lo lejos
diviso unas luces:
es fuego
quien ciega y consume
lo que fue mi ciudad.
Es la devastación de mi reino.

Las nubes se burlan incesantes.
Son animales que vacacionan
en mi imaginación.

Esta carretera es incierta.
Conduzco glorioso
hacia la nada,
cargando con mis glorias pasadas,
altivo, majestuoso.

Desde la lejanía
ya no veo mi ciudad.

Sueños de Libertad

Ayer vagaba etéreo sobre un valle
translúcido el suelo
soñando esperanzas inalcanzadas
armando las quimeras quebrantadas
de la gente, y las mías
las almas eran todas diferentes
pero eran en común
todas libres.

Hoy camino descalzo
sobre la piedra inédita
con las manos maltrechas
y la tierra entre las uñas.

Cuando miro alrededor
veo un gigante, y él nos mira
nos cela, ese dueño
alimentándose de nuestra piel
sediento de nuestra alabanza
de nuestra ignorancia.

Y veo miradas vacías –
perdidas –
me pregunto si prefería ayer
cuando me soñaba fantasma
cuando mi ánima vagaba
taína.

Pero hoy no importa ya,
porque es ayer,
y mañana llegaré
con manos sucias y pies descalzos
a defender esta trinchera
con los sueños de antes
para darle a mis hijos
un cielo abierto
tal vez etéreo
tal vez sólo en delirios
pero siempre libre.

Cuando Se Acaben Las Luchas

Cuando se acaben las luchas
viviré un mundo libre
lleno de almas tristes
y cuerpos cenizos
con patrias dormidas
y cadenas partidas.

Cuando se acaben las luchas
el cielo perderá su azul
y no habrá cuerpo en la tierra
y no habrá verde en el campo
y el universo estará ciego
de estrellas
de luna
de sol
estarán todos bajo mis pies.

Y si se acaban las luchas
me retiraré a una isla lejana
a vivir el sueño del justo
lejos de la vida
lejos de la mía
lejos de este mundo
intocable, inmutable
porque si llegara ese día
es porque la luz ha muerto.

Amor Cotidiano

Cuando se convierten en cotidianos
las caricias y los besos
la piel y los respiros
el aliento
y el cuerpo desnudo.

Igual me da.

Ahí sueño, y me entretengo
dormido, o quien sabe dónde
jugando con te quieros
refugiado en senos ajenos
en cuerpos trigueños o rosados
disfrutando roces húmedos
gemidos y quejidos
siempre nuevos
cuentos distintos.

Igual me da.

Pero como fiel adicto
regreso a la realidad
a mi periodicidad
al aliento común
a los días iguales
a las mismas sábanas
a los mismos labios
obvios para mí
añorados por el ajeno
quien vive su propia repetición.

Igual me da
pero sin esta rutina
que mal me va.

Que mal nos va, amor
porque también vives
la misma cotidianidad.

Aquel Cuarto Polvoriento

Llegamos a aquel cuarto
desierto pero ventolero
dónde el polvo ensuciaba tus rodillas
dónde las hojas marrón
entraban por la ventana.

Ni las siluetas anónimas
ni las voces extraviadas
ni los aromas ajenos
nadie ocurría.

Tenías sabor a sexo
y mi piel en tus labios
y las uñas sucias
con mi pasión.

No podía evitar morder
tus tobillos, tus muslos
besar tus escalofríos
observar tu temblor violento
saborear mis labios
húmedos contigo.

Tu sudor permeaba mi pecho
tus ojos a veces lucían confundidos
a veces no.

Y venida la partida
con una mirada
dentro de ti, y entre lamentos
acariciábamos nuestros cuerpos
agotados, sucios
pero aún sedientos.

Sólo ahora

Prefiero soñar entre amores viejos
páginas viejas y anhelos amarillos
que revivir desilusiones
en nuevos ojos y labios
curvas y delirios.

Mejor disfrutemos el ahora
los gemidos, las mordidas y los suspiros
el sudor y los latidos
las caricias prohibidas
y olvidemos el mañana
como si no hubiera calendario
sólo noche escondida.

No quiero nombres ni recuerdos
ni caramelos en el cuerpo
ni pétalos de rosa en el camino
entrégate, yo me entrego
y olvidemos el recuerdo
bailemos, sólo ahora
luego, olvidemos este cuento.

Cuando Escribo

Cuando escribo,
lo hago porque me guían
una voz, un aroma
en resumen
una esencia que,
aunque no conozco ni escucho,
la siento y me acapara.

Ella me dicta
cada una de las líneas que trazo.
Sólo cuelgo mi lápiz sobre el papel
y todo fluye como arena
como fluyen
las horas, los días y la vida
al tenerte en mis labios:
Poesía.

Líneas Lejanas

La razón para escribirte estas líneas
todavía no la conozco
al igual que no comprendo
a quien se apodera de mi pecho
cuando tus besos los pienso
cuando tus manos las beso
sólo en sueños
porque no te tengo
ni mis ojos se han alumbrado
con la belleza de tu vida
de tu cielo
de tu sol

sólo has llegado entre líneas
descrita en tinta sobre papel
vestida con versos y sinsentido
rodeada de vientos dulces
aunque no los saboreo
aunque no acarician mi piel
sólo avivan mi imaginación
y los deseos de verte

te pienso cerca
aunque sólo tengo tu fotografía en mi cartera
aunque mi alma te escribe y describe
y mis dedos te suspiran y perspiran
llenos de amor y pasión
llenos de caricias para tu cuerpo
y sedientos de un beso tuyo
cómo lo imagino

ahora reconozco el significado de mis líneas
esas que se escriben solas sobre el papel
poesía te has vuelto en mi pecho
y los latidos de mi corazón
poesía sin rima ni métrica
pero, es que el amor mismo no entiende de razones
ni lógica
ni distancia
ni ausencia.